Conciertos o Musica para Fiestas. No es lo mismo

Son 30 años de profesión, si 30 largos, duros y muy felices años.

He hecho muchos conciertos si, muchísimos, y muchas fiestas, muchísimas mas que conciertos si tengo que echar la vista atrás.

Echar la vista atrás, pues venga la echamos.

Como sabéis soy Cubana, en Cuba me forme como músico, muchos años de formación hasta que me gradué, como pianista clásica. ¿Clásica tu?, Pues si, Clásica.

No fue por mi voluntad, en aquellos tiempos no solo no se impartía música popular en los conservatorios, sino que estaba prohibida.

Si, PROHIBIDA, si como alumnos nos pillaban subidos al piano haciendo música popular no costaba la expulsión. Ya se que parece increíble pero era así. Perdón, no era así, sigue siendo así aunque ha decir verdad en estos momentos la cosa empieza a cambiar.

Así es que la música popular la hacíamos en la calle, en nuestras casas o tocando para el turismo en hoteles o restaurantes.

Obviamente, pasar de pianista clásica a Niurka Online no es cuestión de un dia, es un proceso, un nuevo aprendizaje que te va dando poco a poco la experiencia.

Así es que claro yo hacia conciertos, obvio, mi formación me impedía hacer el payaso haciendo mover el culo al publico. Tocábamos música para bailar, si en Cuba la música o es para bailar o es para...lo otro. Yo hacia mi concierto, la gente bailaba, yo cobraba mi actuación (de aquella manera) y hasta mañana. No había dudas de lo que había que hacer, música, y la gente bailar, ya esta.

Ahora bien, llego a España, año 2001, me subo al escenario y hago mi música, buena música, con grandes profesionales a mi lado y la gente...miraba, aplaudía, seguía mirando, seguía aplaudiendo. A mi me empezaba a correr un sudor por la espalda, unos escalofríos.... Pero que pasa, porque no bailan.

Ahora se que aquí, la gente baila cuando les da la gana y si les da la gana. En Cuba no, si te pasaba esto es que tu orquesta no servia, era mala, y probablemente al día siguiente no te volvían a llamar.

Ahora comprenderéis el porque del sudor que me corría por la espalda y los escalofríos.

Con el tiempo vas aprendiendo.

Esto no es Cuba, aqui la gente que va a un concierto viene a divertirse y bailar...si, también, pero como una parte mas de la diversión, también disfruta de la música claro, pero de otra manera.

Y aprendí, si, aprendí mucho, no de repente, pero han pasado ya 22 años desde que estoy aquí y eso te hace aprender y mucho.

Ahora se que una fiesta no es un concierto. En el concierto la gente paga su entrada por verte a ti, a escuchar tu música, perfectamente pueden estar sentados en su butaca y salir del concierto habiendo disfrutado y muchísimo o levantarse y bailar un rato si les apetece.

Pero las fiestas, eso es otra cosa, en una fiesta la gente viene a divertirse a desparramar como decís aquí, a pasarlo en grande, reírse, bailar, participar. Da lo mismo que sea quien sea el que este sobre el escenario, la gente viene a disfrutar de su fiesta.

En otro momento os explicare como fue mi metamorfosis, pero ahora lo importante es que con la experiencia, aprendí, y no solo aprendí, sino que me especialicé.

Y ahora las fiestas es lo mio. Si, ya se que no ganaré un Grammy, porque todavía no han puesto mi especialidad en el catalogo de premios, pero soy la mejor, en hacer fiestas soy la numero 1.

Y lo mejor de todo, no solo se hacer disfrutar a la gente sino que también disfruto yo, muchísimo.

No sabéis lo feliz que me siento en estos momentos. Hago lo que me gusta haciendo feliz a la gente.

Por eso digo que soy Fabricante de Alegría.

Y a mucha honra

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